Saturday, July 9, 2011

JUGUETES SEXUALES, ALIADOS DEL PLACER

JUGUETES SEXUALES, ALIADOS DEL PLACER



Para amenizar la soledad o la monotonía en las relaciones de pareja, los juguetes sexuales ofrecen una oportunidad para desplegar la imaginación y el erotismo. Son de uso sencillos, pero no por ello se descuidará la higiene para evitar graves daños a la salud.

Romana, griega, precolombina y la mayoría de las orientales, es decir, casi todas las culturas han fabricado objetos destinados a brindar placer sexual y, aunque en general el uso de estos artilugios se ha asociado principalmente al goce masculino, en la actualidad muchas mujeres en todo el mundo empiezan a utilizarlos sin pudor.

Mitos, alabanzas y prejuicios rodean a la industria de los juguetes sexuales, cuyos opositores los consideran peligrosos ya que, dicen, pueden causar irritaciones o, incluso, enfermedades de transmisión sexual; otros los describen como algo antinatural, signo de problemas de intimidad y hasta señal de depravación.

Frente a tales opiniones aparecen las de muchas personas que los recomiendan para aprender a aumentar el placer, aunque con la advertencia de que deben tomarse ciertas medidas de higiene y seguridad personal en el manejo de los mismos.
Iniciación por curiosidad

La sexóloga Esther Corona Vargas, secretaria para las Américas de la Asociación Mundial de Sexología, reporta: “Los juguetes sexuales no son recientes, pues existen desde hace más de 2,500 años. Los antiguos egipcios, griegos y romanos los utilizaban, estos últimos recurriendo a materiales como cera para crear objetos en forma fálica”.

Pese a ello, refiere, en la actualidad se manejan ciertos temores a su alrededor pues, por ejemplo, algunos hombres piensan que un vibrador los podría suplantar, mientras que algunas mujeres opinan que sólo en las películas pornográficas se hace uso de ellos.

La realidad es que “estos artefactos no representan daño alguno y, al contrario, ofrecen muchos los beneficios al hacer uso adecuado de ellos. De hecho, muchas parejas los emplean, con madurez de criterio, para enriquecer con fantasía y variedad sus relaciones sexuales”.

Por su parte, Carolina Robino, experta en temas de sexualidad de la cadena televisora BBC Mundo, apunta: “En ese tenor, los mencionados objetos ofrecen excelente manera de aprender acerca de nuestra respuesta sexual y descubrir nuevas sensaciones”.

También pueden facilitar la obtención de un orgasmo “en mujeres a las que les es difícil alcanzarlo sólo con la estimulación vaginal y, claro, introducen elemento de ‘travesura’ y juego en el dormitorio. Después de todo, el sexo es algo que se debe disfrutar, y qué mejor que un juguete para lograr esa sonrisa tan deseada en la pareja”.

En la variedad (e imaginación) está el gusto
A continuación ofrecemos breve reseña de los juguetes sexuales más comunes hoy día, los cuales no están exentos de provocar enfermedades de transmisión sexual, por tanto el usuario debe mantenerlos con buena higiene y seguir estrictamente las instrucciones de cuidado que comúnmente acompañan al producto para evitar lamentables accidentes.

Vibradores. Existe gran variedad, pero todos se caracterizan por realizar ligero movimiento. La fuente de poder, por lo general, son baterías, pero también se encuentran los de corriente alterna. Se fabrican en diferentes presentaciones, la mayoría de ellas semejantes al pene o en forma fálica, y su extensa gama se clasifica según los distintos niveles de vibración.
Los hay diseñados para estimular el clítoris (órgano eréctil de los genitales femeninos externos), punto G (zonas sensible al a estimulación, localizado en el interior de la vagina), ano e, inclusive, algunos actúan sobre varias zonas a la vez. Están hechos en diversos materiales, como plástico, silicona, látex y gel, en distintos colores, formas, texturas y tamaños (por lo regular de 10 a 25 centímetros de largo, y de 1 a 5 de diámetro); también los hay resistentes al agua, los cuales pueden ser utilizados en la bañera, jacuzzi o piscina.

En cuanto a higiene y cuidados, es importante lavar dicho objeto después de usarlo, para lo cual se utiliza agua caliente y abundante jabón, asegurándose de que las partes eléctricas no entren en contacto con el líquido y que al guardarlo esté completamente seco.

Dildos o consoladores. Se asemejan a los vibradores, la diferencia es que no tienen movimiento. La mayoría tiene forma fálica y ahora están de moda aquellos que parecen un pene real, manufacturados en materiales como plástico, silicona, látex, gel y hasta vidrio, en variados colores, formas y tamaños que intentan simular la textura del órgano; incluso, algunos simulan testículos.

Se usan frecuentemente para estimular la zona anal, sin embargo, sólo los dildos con base ancha deben ser utilizados para este fin, pues así se evita que el juguete pueda introducirse totalmente dentro del recto, de donde sería imposible retirarlo sin causar heridas en la piel o lastimaduras de consideración.
Anillos para el pene. Se encajan en la base del órgano y, una vez ahí, el torrente sanguíneo es retenido mientras aquél está erecto, manteniéndolo de esta manera durante el mayor tiempo posible. Algunos anillos cuentan con aditamento para estimular el clítoris de la pareja durante el acto sexual o previo a éste.
El riesgo de estos utensilios es que, si reaprietan demasiado, causan dolor y, de permanecer así por varias horas, impiden el paso de la sangre al órgano, con lo que sus tejidos tiendan a morir paulatinamente.

Esferas o bolas ben wa. Son tan ligeras que la mujer puede introducirlas en la vagina; de esta forma, mediante el movimiento las esferas dan vueltas en su interior, produciendo sensaciones eróticas. Son muy cómodas y están altamente recomendadas para ser utilizadas mientras se camina, con lo que aumentan el placer y la satisfacción.

Existe una variante de estos juguetes que resulta muy popular entre la comunidad homosexual masculina; se trata de dos o más esferas unidas por una cuerda, las cuales se introducen en el ano después de ser lubricado, dejando el extremo del cordón fuera. Al estar cerca del orgasmo, se jale suavemente la cuerda para que las esferas salgan una a una, con lo que incrementa el placer. Algunas féminas disfrutan con ellas jugando de la misma manera, o bien, introduciéndolas en su vagina y rozando el clítoris al sacarlas.

Aceites. Son la mejor herramienta para un masaje sensual, ya que gracias a ellos se toca, presiona, frota o golpean rítmicamente las regiones del cuerpo, generando placer.

Algunos de estos productos tienen sabores para que el sexo oral resulte más atractivo y divertido.

Fundas. Se colocan en los dedos y, al aplicarles lubricante, permiten acariciar pene, vagina y ano, generando sensación placentera. También las hay para cubrir el pene y están dotadas de protuberancias para estimulan las paredes vaginales durante el coito.

Masajeadores. En apariencia son objetos comunes (como una regla, vaso de cristal o perilla de puerta) pero, manejados con toque de sensualidad, se convierten en auténticos aparatos de placer.

Pueden ser usados como complemento de aceites para masaje y, por su forma, algunos pueden adaptarse como consoladores manuales o rústicos que no requieren baterías o corriente alterna, y su costo se reduce sensiblemente, sin contar el ingrediente extra de la imaginación, la cual se desarrolla con tal de asegurar la motivación erótica.

Muñecos. Se trata de simulaciones de mujeres, hombres, o genitales de ambos; los más conocidos son inflables de plástico y su objetivo es la masturbación. Los hay de tamaño natural, pueden tener varias entradas (ano, boca y vagina) e incluso mano masturbadora con mecanismo similar al vibrador.
En la actualidad se fabrican muñecos más realistas, hechos de látex pesado y con cabeza tipo maniquí, además de cabello estilizado, ojos de plástico o cristal, y manos y pies bien moldeados. Algunos modelos de precio exorbitante se fabrican con material casi idéntico a la piel, cabello verdadero y “esqueleto” metálico para que adopten posiciones diversas.

Como dato curioso, debemos mencionar que en 2010 un inventor alemán dio a conocer a la muñeca más sofisticada del mundo, la cual tiene movimiento (controlado por control remoto), emite sonidos, aumenta su ritmo cardiaco y eleva la temperatura de su piel. Debido a su sofisticación, algunos le llaman “androide sexual”.

Precauciones

Los médicos recomiendan precauciones relacionadas con la higiene, como aquellas referentes al manejo de los artefactos mencionados. “Todo aquello que vaya a ser introducido en un orificio del cuerpo, ya sea vagina, ano, boca e incluso oídos, debe tratarse con cuidado”, explica Esther Corona Vargas. Asimismo, señala, “lo más importante es no pasarlos de un orificio a otro, ni compartirlos con distintas parejas sexuales, ya que se pueden transferir microorganismos para los que algunas áreas corporales no cuentan con suficientes defensas”.

Por su parte, el Dr. León Gindín, psicoanalista y representante de la de Sexualidad Humana, asegura que los mejores artefactos sexuales están al alcance de toda mujer, “como el bidet, sencillo mueble de limpieza genital, con el que es posible estimular la zona del clítoris, o la ducha con regadera manual sobre la vulva”.

Sin embargo, comenta, “cuando son la única forma para obtener placer y no hay relaciones sexuales ni masturbación manual, se puede pensar que hay actitud compulsiva, repetitiva u obsesiva que debería ser tratada por profesionales. En todo caso, lo mejor es mantenerse alerta por posibles cambios en la conducta habitual personal o de la pareja”.

Sex shops, cajas de Pandora

Fenómeno relevante suscitado en México y en todo el mundo durante las últimas tres décadas es la creciente preferencia femenina por los juguetes eróticos y las tiendas donde se suelen vender estos productos (sex shops), según datos del Dr. Gingín.

“En la década de 1960, 39% de 100 mil mujeres casadas estadounidenses que participaron en una encuesta realizada por cierta firma de artículos de plástico, reconocía que usaba vibradores durante sus relaciones sexuales; 24% también empleaban aceites o lociones. Desde entonces, la demanda de estos productos ha ido en aumento, lo que se comprueba en Internet, donde se pueden encontrar casi 40 mil sitios que los ofrecen”, puntualiza el experto.

Para finalizar, respecto al momento de adquirir estos productos, el especialista recomienda: “Lo más importante es que los objetos funcionen con suavidad, y deben usarse cubiertos con condón para no transmitir enfermedades, sobre todo cuando son compartidos”.

Y, más allá de esta aclaración, Gindín aprueba el uso de juguetes sexuales, pues “motivan el buen humor, elemento fundamental para enriquecer el acto amoroso; para ello estos artículos se deben usar con respeto y responsabilidad”.


VISITA NUESTRA PAGINA: http://www.puertoricosextoys.com/?a=puerto_rico_sex_toys
 

No comments:

Post a Comment